Sí, usted puede regular fácilmente la intensidad de la llama en su chimenea de gas, lo que le permite adaptar tanto el ambiente visual como la potencia calorífica según sus necesidades.
Cómo funciona el control de llama:
✔ Rango de ajuste:
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La mayoría de modelos permiten variar la potencia entre un 30% y 50% del máximo.
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Ejemplo: Si su chimenea es de 6 kW, podrá reducirla a ~2–3 kW en días templados.
✔ Beneficios clave:
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Ahorro de gas: Menor consumo cuando no se necesita calor intenso.
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Confort personalizado: Llama alta (máximo calor) vs. llama baja (ambiente acogedor sin exceso de temperatura).
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Adaptación climática: Ideal para transiciones estacionales (otoño/primavera).
Métodos de regulación (según modelo):
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Mandos manuales:
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Perillas o interruptores en la chimenea para ajuste gradual.
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Control remoto:
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Ajuste sin levantarse (disponible en modelos avanzados).
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Termostato integrado:
Algunas chimeneas regulan automáticamente la llama según la temperatura ambiente.
Consejos prácticos:
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En días fríos: Use el 100% de potencia para calentamiento rápido.
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En días suaves: Baje la llama al 30–40% para mantener el ambiente sin sobrecalentar.
¿Por qué es importante esta función?
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Eficiencia energética: Evita el derroche de gas.
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Versatilidad: Una misma chimenea sirve para inviernos rigurosos y temporadas intermedias.
¿Necesita ayuda para elegir un modelo con regulación precisa? ¡Consúltenos!