Una de las principales ventajas de las chimeneas de gas es su eficiencia energética. Las chimeneas de leña tienen una tasa muy baja de calor por combustible. Es decir, que necesitan gran cantidad de combustible (madera) para producir sólo una cantidad moderada de calor radiante. A su vez, producen hollín y subproductos de carbono que son malos para el medio ambiente.
Las chimeneas de gas, por el contrario, son increíblemente eficientes. Todo el combustible que se quema se convierte directamente en calor y luz. Esto significa que las chimeneas de gas necesitan sólo una pequeña cantidad de combustible para producir una gran cantidad de calor radiante. Además, muchas unidades de gas están equipadas con ventiladores que dirigen el calor directamente a usted y a la habitación o habitaciones lindantes por lo que no se desperdicia calor ni combustible.
Además de la eficiencia de gas, estas chimeneas interpretan perfectamente el concepto de «zona de calentamiento.» Es decir, en el principio de que sólo se debe calentar las áreas de su casa en la que se habitan y en los horarios adecuados. ¿Por qué desperdiciar energía en calentar habitaciones que apenas se ingresan? En su lugar, las chimeneas de gas le permiten usar su energía con una increíble precisión, calentando puntualmente y de manera inteligente y ayudando al medio ambiente.